El alcalde de Camargo, Diego Movellán, y la concejala de Cooperación al Desarrollo, María Higuera, se han reunido hoy con dos representantes de la delegación de la Fundación Kalilu Jammeh en Cantabria, Fernando Villoslada y José Luis Blanco, quienes han acudido a esta cita acompañados por Mama Marong, una niña procedente de Gambia cuya vida cambió de forma drástica en el año 2012, con tres años de edad, cuando ingirió por error sosa caústica de una botella pensando que era agua.

 “Se había quemado el esófago y le habían colocado en la barriga un tubo similar a los que se usan en las bombonas de butano a modo de sonda para alimentarla”, ha recordado en este encuentro Villoslada quien, debido a la grave condición en que se encontraba Mama Marong, y tras buscar ayuda sin éxito, conoció en un suplemento de prensa la labor solidaria que realiza el cirujano Pedro Cavadas. “Me puse en contacto con su Fundación, les envié las fotos de la niña y su informe médico y a las dos horas recibí una respuesta satisfactoria”, ha reseñado el cooperante.

 La recuperación de Mama Marong, en lugar de los tres meses previstos inicialmente, se prolongó a lo largo de cinco años en el hospital de Manises en el que fue posible recuperar su esófago mediante dilataciones, “porque con un trasplante tenía pocas probabilidades de supervivencia”, y donde le dieron el alta en 2017. “Desde entonces, cada año y medio viene a Santander y, en la Clínica Mompía, le realizan la revisión correspondiente”, ha señalado Fernando Villoslada, quien se ha referido a que su primer contacto con Marong tuvo lugar antes del incidente, en 2010, cuando realizó su primer viaje a Gambia con la Fundación Kalilu Jammeh.

 “Su padre trabajaba en los campos de esta Fundación, que lleva el nombre de su fundador y que se dedica, principalmente, al desarrollo de proyectos agrícolas y educativos, además de al cuidado de niños huérfanos”, ha explicado en el transcurso de esta reunión en la sede del Consistorio camargués Villoslada quien, junto a José Luis Blanco y otros miembros de la delegación cántabra, promueve la captación de fondos para el desarrollo de proyectos que, tal y como ha subrayado Blanco, “cambian la vida de mucha gente”.

 En este sentido, José Luis Blanco ha relatado que en estos momentos se está tratando de finalizar las obras del orfanato proyectado para que los niños huérfanos de la zona del interior, desde donde opera la Fundación Kalilu Jammeh, puedan continuar sus estudios de Secundaria. Un punto en el que se ha referido a uno de los proyectos que fue impulsado desde la delegación en Cantabria “y que supuso un antes y un después para la gente de la zona de Jasono, en Kinag, un municipio de unos 2.000 habitantes en aquel momento”.

 “Hacían kilómetros para traer agua dulce a los niños por la imposibilidad de acceder al agua del subsuelo”, ha relatado Blanco, quien ha sostenido que “conseguimos sacar adelante un proyecto con un coste de tan sólo 8.000 euros mediante el que se perforó un pozo de treinta metros y se instalaron dos tanques de 3.000 litros de capacidad cada uno”. Una iniciativa que supuso una “revitalización” de la zona “impensable hasta el momento”. “Ahora tienen plantaciones y cerca de 3.000 cabezas de ganado, el impacto ha sido increíble”, ha apuntado.

 Diego Movellán, quien ha agradecido a Mama Marong que se haya acercado hasta el Ayuntamiento “para trasladarnos su historia en primera persona”, ha avanzado que el Ayuntamiento “seguirá apoyando la labor” que desarrolla la delegación cántabra de la Fundación Kalilu Jammeh, con quien el Consistorio ya colaboró el pasado año con la compra de 2.000 euros en material escolar para las escuelas de la comarca de Jirong. “Es necesario que escuchemos a aquellos que, como Mama, reciben el efecto positivo de la acción de personas como Villoslada y Blanco que, con pocos medios, son capaces de “promover”, ha dicho, “cambios profundos en un territorio y en sus gentes”.