La alcaldesa de Camargo, Esther Bolado, y el concejal de Patrimonio Cultural, José Salmón, se han reunido con Jesús Salmón, Rubén Haya, Eusebio Iturbe y Héctor Salmón, que integran el equipo que a partir del lunes van a representar al  municipio en el Campeonato Intermunicipal de Bolos que organiza la Fundación Bolos de Cantabria.

En el encuentro también han participado Juan Antonio Amenábar, presidente de la entidad organizadora, y el concejal de Servicios Municipales, Jesús María Amigo.

Bolado ha confiado en “que los representantes camargueses realicen un buen papel en este torneo” con el que se busca “rememorar el centenario de la creación de la Federación Bolística Montañesa”, una entidad de breve trayectoria “pero de gran importancia” gracias a la cual se unificaron las reglas de este deporte para que las normas que se utilizaban entonces no dependieran de las particularidades de que se aplicaban en cada localidad.

Esto permitió que los jugadores de aquella época no tuvieran que estar pendientes de lo que era válido según las costumbres de cada lugar, “dotando a los bolos de una uniformidad que favoreció su progreso hasta alcanzar la importancia que tiene hoy en día”.

El edil, por su parte, ha mostrado su satisfacción por colaborar a través de este campeonato “con nuestro deporte vernáculo y con uno de los mejores exponentes del patrimonio cultural inmaterial de nuestra comunidad autónoma”, y ha recordado el “vínculo extraordinario que nuestro municipio mantiene con los bolos desde hace décadas”.

Esta cita deportiva arrancará en la bolera Severino Prieto de Torrelavega el próximo lunes, 20 de septiembre, a las 17:30 horas, y se prolongará hasta el martes 28 de septiembre, con la participación de un total de doce municipios.

La Federación Bolística Montañesa

El 13 de mayo de 1920, fueron aprobados los Estatutos de la Federación Bolística Montañesa y un reglamento de juego que vino a poner fin a la disparidad existente hasta aquel momento en reglas como las relacionadas con la jugada del emboque y su validez, los límites en las rayas, las bolas quedas y las bolas pasas, o incluso en la forma y tamaño de los bolos.

Aquella Federación se organizó por asociaciones municipales y acometió la organización de un Campeonato Provincial de Partidas, con equipos de cuatro jugadores en representación de cada una de las localidades.

El torneo fue un éxito y al año siguiente se volvió a repetir con la misma buena aceptación, pero tras aquel segundo evento competitivo, la Federación Bolística Montañesa se disolvió.