El Ayuntamiento de Camargo se ha visto obligado a retirar, por cuestiones de seguridad, tres ejemplares de chopos secos del CEIP Matilde de la Torre, ya que la poda de estos árboles no solucionaría el problema, al no evitar la caída de ramas y potenciar la falta de arraigo radicular.

 Los servicios técnicos del Consistorio han señalado en un informe que, debido al estado de estos tres árboles, “no hay otra solución posible” y que hay que “primar por la seguridad de los escolares”.

 En trabajos de mantenimiento habituales se retiran de manera “reiterada” ramas que caen de estos árboles de diferentes tamaños, con el riesgo de que alguna de ellas impactase en alumnado, familias o docentes.

 Por tanto, existiría un “alto riesgo” para los niños que frecuentan el patio del citado centro, tanto en horario escolar como extraescolar, ya que en el Matilde de la Torre se desarrollan actividades y juegos durante horario no lectivo.

 “La última rama ha caído la semana pasada al patio, donde afortunadamente, en ese momento, no había niños a los que pudiera causar daños”, han apuntado los trabajadores municipales en el informe.

 Los técnicos han subrayado que actualmente estos árboles tienen una “altura considerable”, habiendo quedado encajonados entre el cerramiento exterior del centro educativo y la pista deportiva.

 “Es destacable mencionar que esta especie arbórea tiene un rápido crecimiento y gran fragilidad de ramas, por lo que suelen quebrarse y caer con mucha frecuencia al patio del centro”, han apuntado.

 Por tanto, el Ayuntamiento de Camargo ha cumplido con la voluntad del director del colegio, José Ignacio Benito, y la petición de los padres y madres del centro educativo, porque estos ejemplares “suponían un riesgo para los escolares”.

 Así, el Consistorio, para “evitar que ocurra una desgracia”, se ha visto obligado a llevar a cabo esta retirada, por cuestiones de “seguridad y prevención”.

 El Ayuntamiento ha afirmado que en las próximas semanas se procederá a la plantación de nuevos ejemplares de árboles adecuados al lugar, para seguir contando con un “pulmón verde” en el entorno del colegio.